martes, 28 de octubre de 2008

At first I was afraid...

Tarde en la ducha, mirando el moho en la cortina del baño, hice el recuento del dia:

- Los arranques de llanto inesperados en la oficina que me hicieron correr al baño hasta en tres ocasiones, agarrándome la barriga para que algún testigo ocasional confunda mi tristeza con diarrea.

- Los recuerdos cálidos, hermosos, que hoy me causan más dolor al saber que son situaciones que no se repetirán.

- El abrazo de Fabi. El abrazo de Fabi fue tal vez lo mejor del dia porque llevo meses esperando que alguien me abrace fuerte y me de un hombro en el cual apoyarme. Esperé a que me lo diera alguien en particular, hasta que ese alguien se fue debiendome ese abrazo y 20 soles. Entonces llegó el abrazo de Fabi, un abrazo que vino a mí directo desde Magascar. Le estaré eternamente agradecida por ese abrazo.

- Y al final del dia una escena que hasta ahora me parece de película y que es el inicio de esta historia: Un cuarto enorme en el que en una esquina, va retrocediendo en su silla de ruedas la que será mi psicóloga. Retrocede para recibirme, para darme espacio. Me invita a sentarme frente a ella. Me mira y me hace hablar.

Y yo empiezo a contarle el por qué de mi visita.